He desayunado y he vuelto a la habitación a terminar de preparar el equipaje y he cargado todo en la bici con intención de ir a una tienda de bicis a reparar o engrasar el pedalier que no deja de sonar, pero cuando me he puesto en marcha, no sonaba apenas y he decidido seguir hasta Caláis y si volvía el ruido arreglarlo allí.
Desde aquí, me dirijo hacia Oye Plage, donde paro en un Lidl a comprar comida para el dia y continuo hasta llegar a Marck.
Luego, continuo la ruta hasta llegar a Caláis,
dándome la bienvenida a la ciudad una ligera llovizna, que pasaría a lluvia intensa, aunque fina, a lo largo de la visita a la ciudad. Y como el ruido del pedalier apenas he salido de Dunkerque ha vuelto a sonar, esta lloviendo bastante, sopla el aire en contra y en Cassel no tengo muy claro donde me podré quedar a dormir, cambio de idea y cojo un tren hacia Lille,
!aupa Robert¡
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