Ruta por Avila. Dia 2. El Barraco-Avila

Hoy nos hemos levantado con previsión de lluvia, asi que hemos bajado a la cocina de la casa, donde nuestra casera Silvia, nos ha preparado un desayuno a base de zumo, cafe y 2 tostadazas con mantequilla y mermelada, para que iniciaramos con fuerza la ruta de hoy, ya que hoy ascendemos el puerto del Boquerón.

El inicio de la ruta ha sido en terreno favorable, asi que nos ha venido de lujo para calentar las piernas un poco. Luego la carretera se dividía en dos pudiendo ir por San Bartolomé de Pinares o por Santa Cruz de Pinares. Finalmente nos hemos decidido por el segundo, por recomendación de la casera, eso si ascendiendo rampas de bastante dureza en algún punto.

Una vez en el pueblo hemos descansado un poco y hemos regresado a la carretera de Avila, iniciando la ascensión al Boquerón.

Subida con rampas del 4-5% con falsos llanos entre medias, que hemos aprovechado para pararnos a almorzar un poco.

Reanudamos la ruta, y sobre nosotros observamos a nada menos que 17 buitres al acecho de carroña, a lo que decimos que seremos su próximo festín. A medida que ascendemos se hacia mas densa la niebla que nos impedía ver mas alla de un palmo y eso desespero a Eva hasta el punto de querer continuar un poco a pie cuando apenas quedaban unos metros para la coronación a 1315 metros de altitud. Asi que en cuanto vió el cartel del puerto, se subió nuevamente a la bici con fuerzas para finalizar la subida.

Bajada con dirección Avila, adelantandonos el radar de la G.C. que nos da un toque de sirena de saludo, aunque mas bien fue de susto, y finalmente llegada a Avila donde entramos a un bar junto a la plaza de toros para comer.

Despedida, y mientras llega la hora de salir mi tren aprovecho para darme una vueltecia por el casco antiguo de Avila.

Ruta por Avila. Dia 1. Avila-El Barraco

Hoy he cogido un tren hasta Avila, donde me estaba esperando Eva, que ha venido en coche desde Madrid y vamos a hacernos una rutilla por las montañas de Avila.

Lo primero que he hecho, ha sido compar un pan en una panaderia junto a la estación, para cuando nos apetezca pararnos a zampar para coger fuerzas, ya que vamos a ascender el puerto de Navalmoral y es la primera ruta que hace Eva con el carrito, asi que hay que ir preparado.

Iniciamos la subida al puerto, que tiene rampas de hasta un 9%, y tranquilamente logramos ascender hasta los 1514 metros de altura de su cima e iniciamos un descenso que aparentemente es de bastante mas dureza que la subida que acabamos de realizar.

Parada técnica en un bar de Navalmoral para coger fuerzas con una caña y un pincho, que son típicos por la zona con la consumición y no hay que abonarlos.

Finalmente llegada a El Barraco, donde nos quedaremos a pasar la noche en una casa rural (El mirador de la Cebrera).

Paseo por el pueblo acompañado de unas cañitas, cena de bocata y hamburguesa respectivamente, otro par de cañitas y a descansar para la etapa de mañana.

Dia 6. LA ESPIRAL, Uniendo pueblos a golpe de pedal (Zamora-Salamanca). Salamanca (Visita Turística)

Hoy me he levantado a las ocho. He cogido un autobus hasta Morales del Vino, donde tengo estacionado el coche, y he regresado a Salamanca con él.

Tras aparcarlo junto al albergue, he subido con mi bici en busca de Tonilupe, de Majadahonda, el nuevo relevista, que me estaba esperando en la estación de autobuses, para llevar a L hasta Cáceres.

Hemos charlado un rato y nos hemos puesto en marcha para visitar Salamanca.

Hemos descendido hasta el rio Tormes y hemos circulado por un carril bici paralelo al rio en un parque hasta llegar al puente romano.

Luego nos hemos adentrado en el casco antiguo y hemos visto la Catedral, la Casa de las Conchas y nos hemos tomado una cerveza y unas tapas en una terraza, hasta que Antonio ha tenido que partir para continuar su relevo de la espiral.

Hasta aqui ha llegado esta parte de la espiral por tierras castellanas, aunque son mas leonesas que castellanas.

Dia 5. LA ESPIRAL, Uniendo pueblos a golpe de pedal (Zamora-Salamanca). Cibanal-Ledesma-Salamanca

Pese a despertarme un rato antes, he esperado para levantarme a las nueve de la mañana. He desmontado la tienda y cargado la bici y me he dirigido a desayunar a la cafetería del camping.

Para calentar un poco las piernas he callejeado por las calles de Cibanal, y he charlado un rato con un hombre que estaba vendimiendo un ciruelo en su patio.

He dejado la población y me he dirigido a la presa de Almendra que tiene un dique de cinco kilómetros de longitud. Justo al inicio de la presa esta el cartel del inicio de la provincia de Salamanca, donde me he detenido para inmortalizar el momento.

En mitad de la presa me he detenido para contemplar la panoramica del lugar y volver a admirar el mar de Castilla, conocido asi el embalse de Almendra, por ser la mayor concentración de agua en toda Castilla, y se ha acercado a mi un joven ciclista llamdo Nestor, que ha rodado conmigo unos cuantos kilómetros hasta que nuestros destinos se separan, ya que yo voy a visitar Trabanca y él va en dirección opuesta, aunque más tarde pasaré por su pueblo, Monleras.

En Trabanca he ido a la oficina de turismo y me han recomendado visitar el Parque Temático de la Arquitectura Tradicional, y me ha recomendado visitar una vieja fragua que se había estado usando hasta hacía un par de años.

En el Parque Temático había multitud de construcciones en piedra de la epoca antigua tipo refugios de pastores y ganado, corrales, etc y que se encuentran repartidos por las distintas dehesas de la zona, como pude ver a lo largo del día.

Tras la visita al parque, he ido a visitar la fragua, con la fortuna que ha pasado por alli el antiguo herrero, el señor Antonio, y me ha estado explicando, con mucha emoción, como se hacían muchas cosas en su fragua.

Tras Trabanca, me he dirigido a Almendra, dando una vuelta por el pueblo y he continuado hasta Sardón de los Frailes, donde he comido en un parque.

Luego he partido hacia Monleras, donde he tenido que detenerme en el bar a tomar un par de coca colas, porque apretaba el calor con fuerza y necesitaba bajar la temperatura corporal.

Luego he seguido hacia Villaseco de los Reyes, donde haciendo honor a su nombre la fuente pública no achaba ni gota de agua, cosa impensable, porque apenas a un kilometro tienen toda el agua que quieran en el embalse.

Luego he atravesado varias dehesas de porcino y alguna de vacuno, incluso alguna parecía de vacuno bravío, y finalmente he llegado a Ledesma, donde tenía pensado hacer noche.

Para acceder a su casco antiguo y recinto amurallado hay que ascender una dura cuesta, pero merece la pena, porque las vistas son impresionantes.

Tambien merecen la pena otras edificaciones del pueblo como el Palacio de Don Beltran de la Cueva y la puerta de San Nicolas, por la que paso y vuelvo a acceder a la carretera y es aqui cuando decido continuar hasta llegar a Salamanca, pues apenas me quedan treinta kilómetros de distancia.

Cruzo el rio Tormes a la salida de Ledesma, para apreciar su puente de piedra y la ermita de Nuestra Señora del Carmen y me dirijo por una recien asfaltada carretera, paralela al Tormes por su margen derecha en dirección Salamanca.

Veo, entre encinares y dehesas, un cartel que anuncia los baños de Ledesma y al igual que en Almeida miro hacia otro lado para no tentarme y continúo hasta llegar a Juzbado, donde en la fuente hay escrito un poema al agua, llamado La hora del Agua, que cito a continuación,

LA HORA DEL AGUA

Sabed que esta es la hora del agua.

Merecemos mirarla? Merecemos sus dones?

Acaso solo sea la hora de escuchar su murmullo

y dejar que los dedos discurran extraviados

por su corriente fría.

Llegamos a la fuente y a su estanque

para calmar la sed de no saber,

para callar de una vez por todas

y sentir bien unidos los dos labios

por las hebras de luz de la mañana.

Luego, el rostro ha caído sobre el agua

para abismarse en esa hondura humbrosa

que todo nos lo oculta en su silencio.

Mas al sentir el agua sobre el rostro

se rompe el espejismo.

Sentimos que la carne se estrella contra el suelo

que el rostro ha quebrantado el espejismo

de creer que el secreto

a punto estaba de ser desvelado.

Narcisos derrotados,

nos retiramos hacia atrás vencidos

por ese abismo espeso

de la luz en el agua.

No la toquemos, aunque sea su hora,

contemplemos callados su silencio.

Callar y contemplar el agua quieta,

sentir que solo somos en la paz

del alto mediodía

una fuente de sangre en el jardín.

Antonio Colinas. Libro de la Mansedumbre.

Continúo la ruta hacia Almenara de Tormes, donde contenplo su iglesia y Ermita y prosigo hacia Valverdón, donde el hilo musical del pueblo sale de una casa con una bandera en su patio y una sinfonía de música clásica de lo mas relajante.

Continúo hacia Villamayor, que es una zona residencial llena de chalets, y tras pasar por encima e la A-62 llego a salamanca, done callejeo y me dirijo al albergue juvenil "Lazarillo de Tormes" donde me dan una habitación para ocho personas que no comparto con nadie, debido a que no hay mas huespedes, y una plaza en el parking para mi bici, sin ningun vehiculo mas en el parking.

Dia 4. LA ESPIRAL, Uniendo pueblos a golpe de pedal (Zamora-Salamanca). Zamora-Fermoselle-frontera con Portugal-Cibanal

Hoy me ha tocado hacer el madrugón de los peregrinos, ya que el albergue daba el desayuno para todo el mundo a las seis de la mañana y había que salir del mismo a las ocho.

Asi que , en cuanto he salido del albergue, me he dirigido a hacer un equeño tour por las calles de la capital zamorana, y ya sabeis el dicho "no se ve Zamora en una hora", pues yo lo he hecho, mas o menos, pero a lomos de mi bicicleta y sn entrar a ver en detalle ningún edificio.

Tras la visita por la ciudad, parti en direccion a Pereruela, famosa por su alfarería y de la que buena cuenta dan las fabricas que me reciben a la entrada de la población.

Salgo de Pereruela en direción a La Tuda, y me encuentro a un hombre que se pone a conversar conmigo y me dice que la carretera que voy a seguir es llana, sin fuertes subidas hasta llegar a Fermoselle. Atravieso un Encinar hasta llegar a Sobradillo de Palomares, donde ya se nota la actividad ganadera de la zona, al estar todas las parcelas cerradas con piedras a modo de corral.

Sigo hasta Fresno de Sayago y finalmente llego a Almeida de Sayago, donde veo un cartel que indica que a tres kilómetros se encuentra el balneario, y para evitarme tentaciones, decido meterme en un bar a tomar un par de cañas con una buena tapa de tortilla.

Salgo de Almeida por una rampa y llego a una torreta de incendios, donde charlo con el escucha, mientras hago unas fotos a la ermita de Gracia que esta junto a la torreta.

Continúo hasta Bermillo de Sayago, donde tras hacer la compra en una tienda de ultramarinos, como en un banco junto a la carretera, tras buscar algun parque a la sombra sin exito, y me tomo un café con hielo para refrescarme un poco.

Salgo de Bermillo y me doy cuenta que amenaza una gran tormenta a mis espaldas, pero lo que no aprecio es que entre medias de un rebaño había dos mastines que salen a por mi a toda velocidad, llevandome un gran susto, ya que por mucho que pedaleo me han pillado en una subidita y se siguen acercando a mi, hasta que finalmente veo que hay una vaya y que no pueden pasar quedandome más tranquilo, y más aún, cuando veo que se dan la vuelta hacia las ovejas.

Paso junto a Pasariego, y junto a Villar de Buey, entrando a ver esta última localidad y vuelvo a la carretera un poco mas adelante por otra entrada del pueblo. Cruzo un ramal del embale de Almendra, y llego al cruce de Cibanal, pero continúo porque pese a ser mi final de etapa, no es el momento de detenerme. Aun me queda visitar Fermoselle y bajar a la frontera.

Entro en Fermoselle por la parte este del pueblo y lo atravieso en su totalidad, viendo que tambien están de fiesta y viendo que las peñas llevan el nombre de las mismas en función del año de nacimento de sus miembros.

Salgo por la parte oeste del pueblo y me dirijo hacia Portugal, atravesando viñedos, olivares y frutales, que denotan el microclima tan caracteristico de esta zona de los arribes del Duero.

Hago una bajada bastante larga, de unos ocho kilómetros y llego a la presa e Bemposta, que sirve de frontera "natural" por el rio Duero entre España y Portugal, aunque el puesto fronterizo esta un poco antes de llegar a la misma.

Inicio la subida y a mitad del tramo me doy cuenta que debo comer algo, porque me estoy quedando un poco traspuesto, asi que me apeo dela bici y me como unos frutos secos y un platano, que me dan suficientes energías para terminar la subida y regresar a Fermoselle, donde pregunto si hay algún lugar para acampar, y pese a haberlo, no lo encuentro, con lo que decido seguir hasta el camping de Cibanal (Camping Los Arribes) y asi me podre pegar un chapuzón en la piscina. Lo que para mi desgracia no puedo hacer, porque la piscina se cierra apenas diez minutos despues de mi llegada y aun no he montado la tienda de campaña. Cosa bastante complicada debido a la extrema dureza del suelo.

Dia 3. LA ESPIRAL, Uniendo pueblos a golpe de pedal (Zamora-Salamanca). Manganeses de la Lampreana-Toro-Zamora

Hoy me he despertado con el bullicio del fuerte viento resoplando aún, asi que me he temido que iba a tener un día duro. Tras reparar el pinchazo me he dirigido hacia Pajares de la Lampreana, y posteriormente, tras desviarme un poco, a Piedrahita de Castro, donde estaban en procesión del patrón del pueblo.

Luego, acompañado de un paisano un par de kilómetros, que nos ibamos dando conversación, he llegado a cerecinos del carrizal, tras superar el repecho que hay a su entrada y he seguido hasta llegar a Aspariegos.

Salgo cruzando el rio Valderaduey, para dirigirme a Malva, por un paisaje de Tierra de Campos, en el que lo unico que levanta por encima del cereal son un par de palomares, tan típicos de esta zona.

Entré en Fuentesecas para intentar llenar los bidones de agua, y descubrí que el nombre del pueblo no era un mito, ya que no había ni fuentes, y seguí hasta Pozoantiguo, que te da la bienvenida y despedida con sendas iglesias, aunque a algunos la despedida nos la da también con un pichazo al sol, para finalmente llegar a Toro. Aquí, tras comer, y mientras descansaba tomando un café, he aprovechado para reparar todas las camaras que llevaba pinchadas.

Luego, tras pasar sobre el río Duero, he cogido la carretera de Villaralbo, pasando bajo la futura vía del AVE, en busca de Peleagonzalo, donde no parecía haber nada interesante, asi que continué hasta Villalazan, donde una señora me lleno un bidon de agua fresquita, al no haber tampoco fuente en el pueblo.

Continuo hasta Villaralbo, donde vuelvo a asombrarme con la magestuosidad de su castillo del siglo XXI. Aqui callejeé hasta llegar al hostal donde tenía el coche y cargue la bici y me dirigi en coche hasta Morales, donde lo dejaría aparcado y me dirigiría nuevamente en bici hasta Zamora, donde , tras pasar su puente de piedra sobre el Duero, pernoctaria en el albergue de peregrinos.

Dia 2. LA ESPIRAL, Uniendo pueblos a golpe de pedal (Zamora-Salamanca). Villardeciervos-Manganeses de la Lampreana

El amanecer, para mi, ha sido a las 12:30 de la mañana, como era de esperar después de la noche de juerga. Trás desayunar y despedirme de Pitu, di una vueltecilla por el pueblo y he estado charlando con un cicloturista que venía de hacer la Ruta de la Plata y volvía hacia su pueblo, por la zona de Aliste y con el que no he continuado ruta, ya que él se iba a quedar aqui a comer.

Parto en dirección Ferreras de Arriba, y por el camino oigo en la frondosidad del bosque como un pequeño cervatillo huye despavorido a mi paso. A la entrada de Ferreras, me desvio para coger la carretera hacia Sarracín de Aliste iniciando la subida a la sierra de la Culebra y dejando atrás la comarca de la Carballeda.

Bajo al otro lado de la sierra y ahi esta Sarracín, donde compro media barra de pan, porque no queda más en la panadería, y es que hoy es 15 de agosto y es fiesta en casi todas partes. Mas adelante llegué a Riofrio de Aliste, donde me detuve en un parque juno a la carretera a comer, y llego la panadera que vivía allí y estuvo charlando un rato conmigo.

Reemprendí la marcha en dirección Tabara,

encontrandome en el camino con una construccion típica de piedras a modo de corral, con el tejado hecho de escobas, para proteger al ganado tanto de la climatología como de los ataques del lobo, llamadas "Mayadicas".

Volví a subir la sierra de la Culebra, para llegar al puerto Alto de Carmona e iniciar un descenso que me llevaba hasta Tabara, donde tras cruzar la carretera nacional cojo dirección a Villafáfila.

Tras un sube y baja llegue a un puente de piedra sobre el rio Esla, que forma parte del embalse de Ricobayo y tras ascender al otro lado del rio y cruzar la via de la plata, llegue a Villafáfila, donde tengo que apresurarme ya que empieza a oscurecer.

Luego llego a Villarrín de Campos donde doy aire a la rueda trasera, que la llevo con un pequeño pinchazo, y a toda velocidad llego a Manganeses de la Lampreana, donde pasaré la noche bajo techo. Y menos mal porque se ha levantado un fuerte viento que hace que sea una noche desapacible.