Hoy me ha tocado hacer el madrugón de los peregrinos, ya que el albergue daba el desayuno para todo el mundo a las seis de la mañana y había que salir del mismo a las ocho.
Asi que , en cuanto he salido del albergue, me he dirigido a hacer un equeño tour por las calles de la capital zamorana, y ya sabeis el dicho "no se ve Zamora en una hora", pues yo lo he hecho, mas o menos, pero a lomos de mi bicicleta y sn entrar a ver en detalle ningún edificio.
Tras la visita por la ciudad, parti en direccion a Pereruela, famosa por su alfarería y de la que buena cuenta dan las fabricas que me reciben a la entrada de la población.
Salgo de Pereruela en direción a La Tuda, y me encuentro a un hombre que se pone a conversar conmigo y me dice que la carretera que voy a seguir es llana, sin fuertes subidas hasta llegar a Fermoselle. Atravieso un Encinar hasta llegar a Sobradillo de Palomares, donde ya se nota la actividad ganadera de la zona, al estar todas las parcelas cerradas con piedras a modo de corral.
Sigo hasta Fresno de Sayago y finalmente llego a Almeida de Sayago, donde veo un cartel que indica que a tres kilómetros se encuentra el balneario, y para evitarme tentaciones, decido meterme en un bar a tomar un par de cañas con una buena tapa de tortilla.
Salgo de Almeida por una rampa y llego a una torreta de incendios, donde charlo con el escucha, mientras hago unas fotos a la ermita de Gracia que esta junto a la torreta.
Continúo hasta Bermillo de Sayago, donde tras hacer la compra en una tienda de ultramarinos, como en un banco junto a la carretera, tras buscar algun parque a la sombra sin exito, y me tomo un café con hielo para refrescarme un poco.
Salgo de Bermillo y me doy cuenta que amenaza una gran tormenta a mis espaldas, pero lo que no aprecio es que entre medias de un rebaño había dos mastines que salen a por mi a toda velocidad, llevandome un gran susto, ya que por mucho que pedaleo me han pillado en una subidita y se siguen acercando a mi, hasta que finalmente veo que hay una vaya y que no pueden pasar quedandome más tranquilo, y más aún, cuando veo que se dan la vuelta hacia las ovejas.
Paso junto a Pasariego, y junto a Villar de Buey, entrando a ver esta última localidad y vuelvo a la carretera un poco mas adelante por otra entrada del pueblo. Cruzo un ramal del embale de Almendra, y llego al cruce de Cibanal, pero continúo porque pese a ser mi final de etapa, no es el momento de detenerme. Aun me queda visitar Fermoselle y bajar a la frontera.
Entro en Fermoselle por la parte este del pueblo y lo atravieso en su totalidad, viendo que tambien están de fiesta y viendo que las peñas llevan el nombre de las mismas en función del año de nacimento de sus miembros.
Salgo por la parte oeste del pueblo y me dirijo hacia Portugal, atravesando viñedos, olivares y frutales, que denotan el microclima tan caracteristico de esta zona de los arribes del Duero.
Hago una bajada bastante larga, de unos ocho kilómetros y llego a la presa e Bemposta, que sirve de frontera "natural" por el rio Duero entre España y Portugal, aunque el puesto fronterizo esta un poco antes de llegar a la misma.
Inicio la subida y a mitad del tramo me doy cuenta que debo comer algo, porque me estoy quedando un poco traspuesto, asi que me apeo dela bici y me como unos frutos secos y un platano, que me dan suficientes energías para terminar la subida y regresar a Fermoselle, donde pregunto si hay algún lugar para acampar, y pese a haberlo, no lo encuentro, con lo que decido seguir hasta el camping de Cibanal (Camping Los Arribes) y asi me podre pegar un chapuzón en la piscina. Lo que para mi desgracia no puedo hacer, porque la piscina se cierra apenas diez minutos despues de mi llegada y aun no he montado la tienda de campaña. Cosa bastante complicada debido a la extrema dureza del suelo.
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