sábado, 22 de mayo de 2010

Dia 14. Fujinomiya a Monte Fuji a Numazu. 22 de mayo de 2010


Hoy hemos madrugado, puesto que la etapa de hoy iba a ser dura, al menos en su primera mitad, ya que ascendíamos al famoso Monte Fuji.
Tras un gran desayuno, en el que parecia que se iba a acabar el mundo por lo que estaba comiendo, por fin hemos iniciado la andadura hasta detenernos en los primeros 100 metros debido a un nuevo pinchazo en mi rueda trasera, como bien había intuido la noche anterior.



Ruta por las calles de Fujinomiya contemplando un precioso

templo que alojaba en su interior unos jardines muy bonitos.

Y finalmente puesta en marcha e inicio de ascension al puerto.


Durante toda la ascensión hay un continuo ir y venir de motocicletas de gran cilindrada que se dedican a subir y bajar el puerto a toda velocidad, pero ese no iba a ser el problema. apenas llevaba media ascensión cuando me quede sin agua y tuve que llenar los bidones en un grifo que había en un camping cerrado y que sabía a azufre un monton.

Continué la ascensión y nuevamente sin agua. Asi que me tocaba ir pidiendo a los coches que iban en sentido contrario al mio, hasta que una pareja me dio medio bidon de té japonés, que pese a estar muy malo para mi gusto, me toco beber sin rechistar.

Contino ascendiendo hasta la señal del último kilómetro....


Y finalmente llegada a lo alto del Fuji y descanso de rigor observando las vistas desde la estación quinta, que es el lugar mas alto al que se puede llegar rodando.



Inicio el descenso a toda velocidad, en busca de la localidad de Numazu que es donde pasaremos la noche. Atravieso el Mizugazuka Park a toda velocidad, llegando a alcanzar los 65 Km/h y de repente recuerdo que llevo sujeto a las alforjas con la red calcetines, culotte y maillot para secarse y pienso que ya los he perdido cuando al detenerme para comprobar que aun sigue ahi me encuentro esto.


Tras las pertinentes fotos de rigor, continuo atravesando Susono y finalmente llego a Numazu, donde espero encontrarme con mi compañero, sin exito, ya que la etapa de hoy la hemos realizado en solitario.

Después de compar la cena en un seven-eleven y cuando me disponia a degustarla sentado en un banco en calle, aparecio un joven de unos 20-25 años que amablemente me ofrecio una botella de té japonés para degustar junto con la cena, que amablemente acepte y estuvo conversando conmigo durante el rato que estuve cenando.
Finalmente frente al banco había un Toyoco-Inn hotel en el que pase la noche.

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