Pese a lo soleado del día, la temperatura no invita a despojarse de la ropa larga aún, más cuando paso por zonas sombreadas que entre bajadas más o menos pronunciadas me llevan a La Santa Espina, donde visito su espectacular monasterio, cuyas instalaciones sirven de granja-escuela.
Tras la visita al monasterio, que es paso de peregrinos del Camino de Madrid, me dirijo hacia Urueña, la villa del libro y primera villa de España, como asegura un cartel a la entrada de la población.
En Urueña, doy un pequeño paseo por el interior de su recinto amurallado y me dirijo a la plaza mayor, donde desayuno un par de tostadas con pan candeal que me saben de lujo. Con las fuerzas repuestas doy una nueva vuelta a la poblacion, subiendo a lo alto de su muralla y admirando la singular belleza de sus edificaciones de piedra, rodeadas por su muralla, que la harían tan invulnerable en tiempos pasados.
Tras la visita a la población, continúo la ruta encontrandome a la salida de Urueña y tras un descenso curveado con la ermita de la Anunciada una preciosa ermita de la epoca del romanico.
Continúo camino y vuelvo, tras pasar la autovía, a encontrarme con el Camino de Santiago, aunque esta vez en un tramo del Camino de levante, que recorro en dirección opuesta hasta llegar a la carretera que me llevara a Tiedra, donde sus tres iglesias y su castillo me están esperando, dejando un poco de lado su ermita.
Continúo hasta llegar a Mota del Marques, donde aprovecho para comprar algo de pan, queso y embutido que me serviran para la comida de hoy y algún día más, y continúo camino hacia Adalia, para finalmente llegar a Torrelobaton, donde visito el exterior de su EXPECTACULAR castillo y me detengo en la plaza del pueblo a comer a la sombra.
Sigo ruta hasta Castrodeza, para finalmente llegar a Wamba, donde el rey con el mismo nombre que la localidad, me da la bienvenida a la misma. Aunque no consigo ver su osario, que es único en el mundo.
Continúo hasta llegar a Villanubla, donde visito plaza mayor y ayuntamiento y tras un refrigerio cruzo la carretera nacional para dirigirme a
Fuensaldaña, donde un nuevo castillo está esperando mi llegada.
Lo bordeo, visito la plaza de la iglesia y retorno a la carretera para dirigirme a Mucientes(tengo una paja en el culo, sacamela con los dientes) desde donde me dirijo a Cigales,
para visitar, esta vez no un castillo, sino una iglesia que esta tan rodeada de niños que parece ser un sabado de verano, en lugar de un jueves de octubre.
Salgo de Cigales hacia Cabezón, donde me interno en la población para
obtener una bonita panorámica de su puente de piedra de la epoca de los romanos, y visito su iglesia, que tiene el mismo exito de afluencia que la de Cigales, y me dirigo retrocediendo sobre mis pasos a coger el Canal de Castilla, por el que transitaré hasta llegar a Valladolid, nuevamente con la noche encima.
Finalmente, la visita a Valladolid, la dejo para la próxima etapa y me dirijo a mi casa a descansar placidamente durante un par de días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario